Entre boletus y níscalos

Otro día más hemos aprovechado para recolectar nuestra cena ¡setas recién cogidas!

Teníamos bastante lío en la casa y hemos ido un poco tarde, pero con unas pocas horas nos ha bastado para disfrutar del monte, del aire limpio, hacer un poco de ejercicio y coger setas más que de sobra. En nuestra zona tenemos la suerte de tener gran variedad y abundancia de setas comestibles, por lo que es fácil en temporada dar un pequeño paseo y volver con la cesta llena.

Hoy tocaban Boletus Edulis y Lactarius Deliciosus (níscalos). boletus edulis níscalos lactarius deliciosus níscalos lactarius deliciosus 2

También hemos visto nacer futuros pinos. El monte está lleno de vida

pino naciendo

Nos ha atardecido en el pinar, asi que al volver ya apetecía encender la estufa. Además de la chimenea abierta, para uso diario tenemos una estufa cerrada, que es mucho más eficiente y segura que las chimeneas abiertas, e igual de bonita.

fuego chimeneaJunto a la estufa hemos preparado la cena. Ambas setas tienen muchísimas posibilidades, todas deliciosas. Esta vez hemos hecho los boletus en una «pizza», con tomates y orégano del huerto, queso de la zona y huevos de nuestras gallinas. La base, la mitad de un panete, un pan tradicional de aquí muy parecido a lo que en otros sitios llaman «pan de aceite». Es redondo y plano, y da muy buen resultado. Si especificas a los panaderos locales que quieres el panete para una pizza, lo normal es que te intenten buscar el que haya salido más regular y plano, para facilitar el uso de ambas mitades.

pan de hogaza pizza de pan de hogaza y boletus pizza de pan de hogaza y boletus 2

De entre los níscalos hemos seleccionado los más pequeños, a nuestro gusto los más jugosos, y los hemos asado con un poco de sal, pimentón y aceite ¡deliciosos!

níscalos lactarius deliciosus 3

níscalos lactarius deliciosus 4

Y tras una buena cena ¡mañana más!

Nuestros clientes en el cerro El Castillo

Clientes en El Castillo visto desde la torre de la Iglesia
Al fondo el cerro El Castillo visto desde el campanario.

El Castillo es el nombre del cerro al noroeste de Espeja de San Marcelino. Al encontrarse justo enfrente de las casas rurales y tener una considerable altura sobre el entorno, es habitual que nuestros clientes suban para observar una excelente panorámica del pueblo y de sus paisajes.

 

De paso acceden al mirador sobre La Torca que se encuentra justo detrás, lugar donde ha sido instalada la vía ferrata de la Pasarela.

Última ampliación de la vía ferrata

Hace ya cinco años, el grupo encabezado por Manolo, Montse y Alberto, inició la construcción de una vía ferrata en el paraje llamado La torca de nuestro pueblo Espeja de San Marcelino.  Con laboriosidad y verano a verano nos han venido dedicando parte de sus vacaciones estivales y han ido montando la vía que ahora está a punto de finalizar.

Nos referimos a la última ampliación de la vía ferrata, aunque hay que suponer que hablamos de finalización en el sentido de que comenzaron por Fuente las Mozas y están acabando en el puente antiguo completando el recorrido, pues  creo que mantendrán en mente esta obra suya y vendrán en próximos veranos a mejorarla, si es necesario.

Más información

Información general sobre la vía ferrata de Espeja

Descripción de vía ferrata en Wikipedia

Máss sobre la vía ferrata de Espeja y sus sucesivas ampliaciones en la Web de Javier

 

¡Gracias a Manolo y los demás equipadores!

 

Parque infantil

Este invierno decidimos colocar un parque infantil para uso de nuestros clientes más pequeños. Incluye dos columpios, una cuerda de escalar y una caseta. Son de la marca Durlang y cuentan con su garantía.

Casi sin terminar de montar, nuestra hija decidió casarse  el día 12 de julio y utilizar la finca de la casa rural para el banquete y la fiesta posterior.  Allanamos una superficie de más de 300 metros cuadrados, zona en al que se sirvió un catering para 193 invitados. Para ello decidimos quitar el parque y guardarlo. Pasada la boda lo hemos vuelto a reubicar. Ahora disponemos en la finca, además de los merenderos abiertos y cerrados y verdes y floridos jardines, de una amplia llanura con césped y columpios donde jugar y disfrutar. Hemos añadido también mesas y sillas donde descansar al fresco.

En las imágenes puede verse como ha quedado la finca y la ubicación actual del parque infantil ¡Esperamos que los niños disfruten ahora aún más que antes de nuestro extenso jardín!

 

 

El encanto de las cosas sencillas

El sábado subimos esta foto a nuestra página de Facebook.

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Son María Antonia y Javier, los dueños de la casa rural, llevando a su nieto a ver las ovejas en las eras de Espeja de San Marcelino, nuestro pueblo.

Las ovejas son de Jesús, el pastor de Espeja, de quién un fotógrafo experimentado hizo un reportaje hace ya unos años. Lo tenéis aquí.

Ha sido con diferencia la publicación más exitosa que hemos hecho en esa red social desde que abrimos la página en 2010. La han compartido 5 veces y tiene unos 70 «me gusta». Puede parecer poco comparado con las cifras de grandes empresas, pero teniendo en cuenta que somos una empresa familiar en un pueblo poco conocido, con 56 habitantes censados, muchos de los cuales no conocen Facebook, a nosotros nos parece enorme.

 

Las cosas sencillas

La foto la tomé yo, Silvia, la hija de María Antonia y Javier. El niño es mi sobrino.

Nací en Madrid donde trabajaban mis padres, que ahora han vuelto al pueblo. Pasé gran parte de los fines de semana y vacaciones de mi infancia en ese acogedor rincón de la provincia de Soria llamado Espeja, he tenido épocas de ir más y menos a menudo, pero siempre he mantenido la conexión con el campo y la necesidad de cambiar la ciudad por la naturaleza frecuentemente.

Cuando voy al pueblo me gusta recorrer los lugares con más encanto tomando fotos para esta página web. Esta foto la tomé para mi misma, porque me parecía una escena tierna y un buen recuerdo para mi sobrino. La subí a Facebook porque esta semana no había tenido tiempo de hacer muchas más fotos, y porque me parecía bonita aunque pensaba que no causaría gran interés.

Para mí es algo muy normal. De pequeña a mi también me llevaban a ver animales, y al pinar a por setas y a por piñas. En cuanto crecí un poco me dejaron mucha libertad por el el pueblo, iba con la bici donde quería, iba a ver los animales, corría por el frontón, iba de puerta en puerta llamando a casas de mis amigas..

Mi mejor amiga, de Madrid, no tiene pueblo. Cuando era pequeña vino con nosotros a Espeja un fin de semana, y en el camino de repente gritó «¡un tractor!». Lo recordaré siempre. Para ella era la primera vez que veía maquinaria agrícola, y para mí la primera que me daba cuenta de que no todo el mundo había vivido lo mismo que yo.

Cada vez hay más gente «sin pueblo». Pero la gente necesita la naturaleza, su tranquilidad, su ritmo lento y su belleza. Creo que a eso se debe el auge de las casas rurales. Por un lado, proporcionan un sitio donde reunirse con los amigos y la familia a precios muy competitivos. Por otro, permiten disfrutar del aire libre, la libertad, las cosas sencillas y los pequeños placeres de la vida rural que aún persiste en estas pequeñas aldeas.

 

Y por eso..

Nos encanta que venga gente a nuestro pueblo. Que lo conozca, que lo disfrute, y que no lo deje morir. María Antonia siempre que puede lleva a los niños a ver a sus gallinas, igual que hace con su nieto.

Espero que esta imagen de un niño descubriendo el campo se repita muchas, muchísimas más veces. Siempre.

Un día por los alrededores de Espeja de San Marcelino

El jueves 1 de mayo aprovechamos que era festivo, que los días son largos y que hacía un tiempo estupendo para hacer muchísimas cosas por los alrededores de Espeja de San Marcelino. Por la mañana subimos al Castillo, desde donde podíamos ver al noreste la Sierra de Costalago, que por la tarde visitaríamos.

sierra de costalago

También aprovechamos para hacer unas fotos a la Pasarela y al desfiladero de la Torca, y revisar el caché que tenemos ahí colocado.

pasarela

torca

Al llegar a la atalaya sobre el castillo nos encontramos con cinco buitres volando por encima y por debajo nuestro, sobre Fuente las Mozas.

buitre

buitres 2

Como vimos que el río Espeja llevaba mucha agua, quisimos ver las pequeñas cascadas que se forman en Fuente las Mozas. Por ello, bajamos hasta este paraje, donde empieza la vía ferrata que atraviesa el desfiladero de la Torca.

fuente las mozas

fuente las mozas 4

praderona

Para acabar la mañana y hacer hambre antes de la hora de la comida, decidimos hacer uno de los recorridos de los senderos por la Sierra del Noroeste Soriano PR-SO6. Subimos por la Rasa, el monte al noreste de Espeja de San Marcelino, disfrutando de las vistas hacia el Pico de Navas y Cabeza  el Aro en la Sierra del Parque Natural del Cañón del Río Lobos. Al rato penetramos en el pinar y seguimos las indicaciones del sendero hasta el Chozo de la Barga, para llegar hasta Peña Lartiruela, donde tenemos colocado otro caché.

acantilado de santa ana

chozo la barga

lartiruela 2

lartiruela

Después continuamos por el camino de la Peña Lartiruela, girando por el primer sendero a la derecha hacia Orillares. Ahí nos encontramos con este curioso cruce de caminos, en los alrededores de Espeja, y continuamos el paseo hacia Orillares.

cruce de caminos

Finalmente descendimos por el camino forestal que sale a las Piñuelas desde el pinar. Las Piñuelas son unas formaciones rocosas en lo alto de la carretera entre Espeja de San Marcelino y Orillares, donde muchas veces los aldeanos, especialmente los más jóvenes, paramos a hacer un alto en el camino o ver las estrellas.

espeja piñuelas

Volviendo hacia el pueblo, estuvimos un rato viendo pastar a las vacas en el paraje llamado La Mata, e hicimos unas fotos en el entorno  de las eras. Las eras son una explanada donde antiguamente se trabajaban los cereales, y a día de hoy se amontonan. Cuenta con una báscula donde se pesan las cargas de los remolques.

vacas espeja

báscula

En la parte baja de las eras, al otro lado de la carretera y junto a un arroyo está el cementerio. Tras él, el monte de San Cristóbal.

cementerio

Para rematar la mañana, pasamos por la plaza a ver cómo están las cáscaras de huevo de las marzas, y una visita a la asociación cultural Espexa, donde nos reunimos, jugamos al billar, futbolín o a cartas, charlamos y tomamos algo los que estamos por la zona.

espeja 3

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Después de comer, descansar y renovar fuerzas, por la tarde decidimos acercarnos a Costalago, una extensa pradera donde pasta numeroso ganado, protegida como parte del Parque Natural del Cañón del Río Lobos. Entre marzo y septiembre pueden observarse  alimoches (Neophron percnopterus) entre otras aves. Aquí os contamos cómo llegar.

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Antiguamente los habitantes de Espeja  acudían a Hontoria del Pinar para vender legumbres, comprar ropa o a coger el tren. Iban andando o con caballerías, cruzando la sierra, iniciando la subido por el paraje denominado Los Cubillos. La senda estaba muy abandonada pero recientemente se ha limpiado y señalizado con marcas de color verde.

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Si se asciende por la pista forestal que lleva de Espeja a Hontoria se llega al Portillo, donde se ha preparado el mirador de Costalago. Desde este mirador se divisa el valle, las sierras del entorno, y en días despejados incluso las sierras de Guadalajara, Segovia y Madrid.

costalago 2

costalago

Desde aquí continuamos el camino hacia el Pico de Navas, parando en el pico denominado Cabeza el Aro, desde donde se tienen unas impresionantes vistas del entorno. No continuamos hasta el pico de Navas porque teníamos otros planes, pero os recomendamos toda la senda por el borde sur de la Sierra, entre el Portillo y el Pico de Navas, que aparece en el mapa como «Ruta 2».

Mapa sendas cañón del río lobos

A la vuelta fuimos a por setas, y cogimos perrechicos y senderuelas. Ambas son setas que salen en «corros de brujas». Los perrechicos  (calocybe gambosason blancos y con el pie gordo, y se suelen comer en revuelto, mientras que las senderuelas  (marasmius oreadestienen un pie muy fino que no se come (porque no se ablanda) y están exquisitas salteadas con ajo.

perrochicos 2

perrochicos

Como colofón a este gran día, nos acercamos a ver los caballos de Isma, y subimos a la casa rural a ver si los clientes necesitaban algo. Nos llevamos una grata sorpresa, y es que las niñas que estaban pasando allí el puente habían estado usando los caballitos de madera que tenemos y los habían dejado colocados como si hicieran una carrera, compitiendo contra el carro.

caballos

caballitos de madera

Finalmente, os recordamos que este fin de semana (9 al 11 de mayo) tenemos una casa libre. Aprovechad lo precioso que está el campo, la cantidad de cosas por disfrutar que tenemos, y venid a visitarnos. Sólo 250 euros para 10 personas, con leña, sábanas y toallas incluidas.

Actualización agosto 2015: Varios voluntarios del pueblo han limpiado la senda entre Espeja y Hontoria, con lo que ya es fácilmente accesible, y está indicada con dos marcas horizontales verdes. Tenéis el recorrido completo aquí 

Nuestra finca en primavera

Esta Semana Santa ha hecho un tiempo espectacular, y hemos aprovechado para hacer algunas fotos a nuestro jardín. Podéis ver tulipanes, almendros, romero.. hasta una invitada especial ;)

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Muchas gracias a todos los clientes y amigos que han pasado por Espeja de San Marcelino estos días, ¡esperamos que lo hayáis pasado fenomenal!